Mi bicicleta de viaje ideal (revisado)
La experiencia adquirida y las novedades del mercado (la desaparición del pedalier Rotor Bike y la normalización de las 11V son las más destacadas) me han llevado a revisar por completo esta entrada que escribí hace tiempo.
Para ello me he basado en los principios que para mí deben cumplir las bicis viajeras: simplicidad, resistencia y comodidad. Por otro lado, señalo que este es un artículo subjetivo y un ejercicio lúdico, en el que no se tiene en cuenta el precio. Por soñar, que no quede.
CUADRO
El cuadro es el esqueleto de la bici, su parte más importante. Todo lo demás lo podemos cambiar, pero el cuadro es la bicicleta en si misma, por eso le doy una importancia máxima.
Como soñar es gratis, compraría un cuadro a medida. Es cierto que actualmente podemos modificar dentro de unos márgenes significativos la posición de pilotaje jugando con algunos elementos (altura, longitud y ángulo de la potencia, forma del manillar, altura de la tija del sillín y retraso o avance del mismo e incluso longitud de las bielas), razón por la que pienso que cada vez hay menos tallas de cuadro a elegir. Sin embargo, los que han probado un cuadro a medida coinciden en su mayor comodidad al adaptarse a nuestro imperfecto cuerpo. Además, nos permite elegir los materiales de construcción.
Aquí, elegiría una aleación de acero por las razones que ya expuse en esta entrada. Por ejemplo, tubería Reynolds serie 725 ó 853 con caja de pedalier de acero inoxidable de la serie 953, o bien, tubería Columbus Zona o Life, también con caja de pedalier inoxidable de la serie XCr. Estos aceros son aleaciones de alta gama con elementos como el Mn, Cr, Ni, Mo o Nb y tratamiento térmico que les confieren una resistencia a la tracción y unas características mecánicas excelentes.

Tubería de acero Columbus
Con respecto a la horquilla, prefiero las rígidas: doy más importancia al principio de sencillez (posibilidad de averías, mantenimiento, transportín estándar) que al de la comodidad de una horquilla con suspensión.
TRANSMISIÓN
Aquí tengo el alma dividida: cambio integrado en el buje Rolhoff o cambio externo 11V monoplato.

Buje Rohloff Speedhub 500/14
Por un lado, el cambio Rohloff Speedhub 500/14 ofrece 14 velocidades y, por lo tanto, un abanico mayor de desarrollos. Lo único que me hace dudar de este cambio (os recuerdo que el precio no lo tengo en cuenta) es la eventualidad de sufrir una avería. Aunque no conozco ningún caso, hay que tener en cuenta que una avería en un Rohloff sólo es reparable en la casa, en Alemania. Personalmente, esta posibilidad me inquieta un poco. Por lo demás, para conocer las virtudes de esta maravilla tecnológica, pinchad aquí.
La otra opción, un cambio externo de 11V y un sólo plato, sé que a muchos os parecerá algo escasa de desarrollos y no lo discuto. Para mí creo que es suficiente y, de hecho, es la transmisión que tiene mi bici actualmente. Disminuir a la mitad la posibilidad de averías (al haber sólo un juego de desviador/maneta) y la comodidad de olvidarse del cambio de plato me compensa. Para una comparativa entre un cambio monoplato 11V y uno de 2 platos pinchad aquí. Los 3 platos ni me lo planteo, ya que lo veo absolutamente innecesario con los cassettes actuales de 10 ó 11V.

Transmisión monoplato 11V Shimano Deore XT
A propósito de la transmisión monoplato 11V, si el año pasado Shimano sorprendió con la gama Deore XT M8000, que permitía acceder a esta transmisión sin arruinarse comprando una XTR, para este verano la gama SLX se pasa a las 11V (M7000). Tengo la sensación de que el mercado da un giro definitivo hacia las transmisiones 10 y 11V de 1 y 2 platos. Las transmisiones de gamas inferiores (Alivio, Acera, Altus…) ya no aparecen el la web de Shimano… dios las tenga en su gloria.
RUEDAS
Personalmente me decanto por ruedas de 26″, aunque reconozco que por carretera y pistas rodadoras las 700 son superiores. Sin embargo, la polivalencia, la resistencia y las posibilidades de encontrar neumáticos o cámaras en cualquier lugar del mundo del estándar 26″ me convence más.
Montaría ruedas bien robustas: buje, radios y llanta de calidad, radiado de 36 a 3 cruces y neumáticos Schwalbe Marathon Plus Tour 26″x1.75, polivalentes y difíciles de pinchar, ideales para viajes por terrenos mixtos.
SILLÍN
Con el permiso de los adeptos a los sillines Brooks, de cuya comodidad no dudo, he probado sillines de material sintético de diferentes marcas muy cómodos y con ellos no necesito ocuparme del mantenimiento del cuero (casi todas las buenas marcas tienen algún modelo específico para cicloturismo). A mí no me gustan muy blandos, ya que tienden a afectar a la circulación sanguínea de las piernas.
PEDALES
Sin dudarlo, elijo la polivalencia de unos pedales mixtos automáticos-plataforma.

Pedales mixtos
MANILLAR Y POTENCIA
Montaría un sistema Ahead (solidez del conjunto potencia-tubo de la horquilla superior al sistema tradicional). Eso sí, dejaría un poco de margen en el tubo de la horquilla para subir la potencia si es necesario. Por razones de simplicidad y también de solidez prefiero una potencia normal, no ajustable. Existen tantas combinaciones longitud-ángulo que siempre se puede encontrar la potencia que mejor nos convenga.
Respecto al manillar, nunca he probado un multiposición tipo mariposa. Me da la impresión de que con las manos en la parte baja (donde se ponen las manetas) los extremos pueden flexar, especialmente en pista bacheada; y con las manos en la parte alta (la que supongo más cómoda) no tenemos acceso directo a las manetas. Por estas razones, prefiero un multiposición tipo «moustache» (además tengo uno y es comodísimo y regulable) o incluso uno de doble altura normal con acoples largos.

Manillar multiposición ajustable
FRENOS
Frenos Vbrake: por su facilidad de mantenimiento y ajuste y porque las zapatas de freno se encuentran en cualquier parte del mundo. Unos frenos Vbrake bien ajustados y con zapatas de buena calidad (fundamental) proporcionan una frenada perfecta, comparable a unos de disco hidráulicos de gama media (ya sé que a los de disco no les afecta el barro y el agua ni el descentrado de la rueda, pero no creo que estos sean factores a tener en cuenta en el cicloturismo).
ACCESORIOS
No voy a entrar en el tema alforjas y porta-equipajes: aquí podéis informaros al respecto.
En cuanto al sistema de iluminación prefiero un buen frontal a llevarlo instalado en la bici, ya que además de iluminar suficientemente cuando pedaleamos también nos sirve para la acampada. Por otra parte, casi nunca se pedalea de noche. El único interés que le veo a una dinamo de buje es la posibilidad de generar electricidad para recargar dispositivos.
Retrovisor Cycle Star de Busch and Müller, pequeño, superligero, barato y montado por debajo del manillar para no tapar la visión con el antebrazo.
3 portabidones XL, para botellas de litro y medio (dos en el tubo diagonal y uno en el del sillín). Esto nos permite transportar 4,5 litros, suficiente agua para beber y cocinar una jornada.
Para tener a salvo este peazo bici le pondría un anti-robo tipo «U» con el más alto nivel de seguridad (aunque reconozco que pesan un quintal) y tuercas anti-robo en ambas ruedas y la abrazadera del sillín.
Para terminar, guardabarros de plástico. Cumplen su función y aunque sean más feos no se doblan ni abollan como los de aluminio.
Y paso de la pata de cabra.
Publicado el 28 abril, 2016 en La bicicleta y etiquetado en bici, Bicicleta cicloturismo, Cicloturismo, Viajar en bicicleta. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Como todo en la vida, ir al extremo es perjudicial…. Lo digo por la obsesión de los expertos en montar una bici con el menor peso posible…Así, prescinden de lo que sea (A veces de la seguridad, el confort y etc.), eligiendo materiales oxidables o frágiles o carísimos, con tal de satisfacer su obsesión… Por lo demás, está claro que existen posibilidades reales de por no mucho dinero, poseer una buena bici, apta para viajar por cualquier terreno, con el permiso del tiempo / meteo y el time que se disponga…Lo cierto es que se agradecen comentarios como el presente… Gracias por ello.
Comparto la mayoria de tus gustos, pero en el tema de las ruedas, creo que al final voy a terminar por decantarme por un tamaño mayor. Parece que los amantes del ciclismo de montaña, estamos abocados a montar en alguno de los nuevos tamaños. He resistido con mi vieja 26, pero ya estoy vislumbrando un cambio. Solo tengo que decidir que tipo de rueda se adapta mejor a mi.
Técnicamente muy lógico ,no económicamente.
Hola
Sinceramente, si estas dudando entre un cambio Rohloff con una cadena de carbono, que se supone que tiene una autonomía de 200.000 km (y tengo que decir que no he contrastado este dato todavía en gatescarbondrive), con un monoplato Shimano….pues para gustos colores…
Es curioso, hablamos de idealismos pero si que tenemos en cuenta que es mas fácil encontrar una rueda de 26″ por todo el mundo…
Bueno y por ruedas, yo pondría llantas ryde andra 40 con bujes de calidad boost (148, 110 mm) 36 radios de 2 mm de acero inoxidable (por no complicarnos la vida con el material) y si, 3 cruces. Neumáticos, pues los mismo pero la talla 28″ x 2″.
El cuadro, pues yo que sé, quizás de titanio, ya que tiene una resistencia mecánica muy parecida al acero y es menos denso. O si no, pues aluminio 🙂 que una vez probé la travelmaster 3+ y iba sola :)))
Aunque realmente si es por soñar, mi sueño seria coger la bicicleta más reventada que pudiese encontrar y mejorar aquello que yo considere crucial para no estar constantemente haciendo apaños. Hacerme unas alforjas con dos bidones de plástico, y perderme por África.
🙂 mola esto de soñar…